La Ley GENIUS y Ripple: ¿Obstáculo o impulso para el futuro de las stablecoins?
La Ley GENIUS, propuesta por el senador republicano Bill Hagerty, busca establecer quién puede ofrecer legalmente el servicio de stablecoins. Con esta ley se pretende, entre otras cosas, que las stablecoins estén respaldadas por activos financieros seguros y que las empresas que las emitan cuenten con ciertas licencias, ya sean estatales o federales. Esto permitirÃa, en teorÃa, la entrada de nuevos actores al mercado. Cabe mencionar que esta apertura favorecerÃa al usuario final, quien tendrÃa acceso a una mayor variedad de proveedores. Esta ley impacta a empresas como Ripple y a monedas estables como RLUSD, al establecer un marco regulatorio claro y transparente para la emisión de stablecoins respaldadas por activos financieros. Con esta legislación, se abren las puertas para que las empresas que deseen ofrecer servicios de custodia, conversión y emisión de monedas estables puedan hacerlo bajo un marco legal que, además, protege al usuario frente a posibles quiebras.
La Ley GENIUS se apoya en otras tres leyes ya existentes —una de ellas desde 1970— para proteger tanto al usuario como al sistema financiero de actividades ilegales como el lavado de dinero o el financiamiento del terrorismo. Estas leyes son: la Ley del Secreto Bancario, que establece reglas para la prevención del lavado de dinero y para el conocimiento del cliente (KYC, por sus siglas en inglés); la Ley Dodd-Frank, creada tras la crisis inmobiliaria de 2008 en Estados Unidos, como respuesta al abuso de los bancos al otorgar hipotecas de alto riesgo; y la Ley Gramm-Leach-Bliley, que establece las normas de privacidad para los datos financieros de los clientes.
La Ley GENIUS otorga prioridad a los usuarios en caso de quiebra de una empresa emisora de stablecoins, protegiendo sus fondos incluso antes que los intereses de accionistas, directores o empleados. Se abre la puerta a nuevos participantes en el ecosistema, ya que la ley permite optar por regulación estatal en lugar de federal si el volumen de capital es menor a $10,000 millones, lo que reduce la carga regulatoria para startups y empresas emergentes. Al requerir que las stablecoins estén respaldadas por activos financieros altamente seguros, como bonos del Tesoro con vencimientos cortos, se fortalece la demanda de deuda pública estadounidense, lo que impulsa indirectamente la economÃa nacional y estabiliza el sistema financiero.
Desde mi perspectiva, la Ley GENIUS representa un paso positivo hacia la integración de las monedas digitales en el sistema financiero tradicional. Al permitir el uso legal de stablecoins, se abre una puerta significativa para que las criptomonedas comiencen a ser vistas con mayor legitimidad. Era lógico empezar por las stablecoins: son familiares para el usuario porque se respaldan en dinero fiat, lo que ayuda a generar confianza. Este entorno crea la oportunidad perfecta para que empresas como Ripple demuestren el valor real de la tecnologÃa blockchain —velocidad, eficiencia y bajos costos de transacción. A medida que este marco se consolide, veremos una evolución en la narrativa pública sobre criptoactivos. Lo que hoy se asocia con especulación o riesgo, mañana podrÃa ser sinónimo de innovación financiera. El cambio hacia un sistema basado en activos digitales tokenizados ya está en marcha. Solo es cuestión de tiempo.